Las decisiones estratégicas de las empresas solo pueden implementarse de manera efectiva después de que se desglosan en objetivos y metas parametrizables y en tareas que pueden ser realizadas por equipos y personas.
Antes de eso, el proyecto estratégico no es más que una “declaración de intenciones” cuyo cumplimiento sólo puede determinarse a posteriori, no pocas veces en el cierre de los balances de la empresa.
Predecir y proveer son fundamentos del proceso de planificación, prevención de desvíos y contingencias, impulsado por todo el camino del cerebro.
El primer paso de este proceso es la agrupación de la información hacia el enfoque de doble cerebro, enumerando en el lado izquierdo (hemisferio izquierdo del cerebro) los planes del subsistema tecnológico de la empresa. Y al lado derecho las realidades del lado humano de los mercados y la industria.
Tres preguntas importantes son:
- Los temas del lado izquierdo son Proyectos; las cosas sean como si estuvieran escritas con tinta sobre papel.
- Los temas del lado derecho son las realidades del entorno y de la cultura de las empresas, escritas con sangre a lo largo de los tiempos de existencia, en los cimientos del negocio.
- Pueden existir brechas entre esas dos premisas y sólo pueden cerrarse apurando el ajuste de los proyectos a las realidades.
por mentor@luxurymarketreview.com
